Mi sobrina

Esto sucedió el mes pasado, era viernes y salía de trabajar, con ganas de llegar a mi casa y meterme en la bañera para darme un baño.
Llego a mi casa prepara el baño, me desnudo y me meto en la bañera, pongo música suave para relajarme, cuando llevo unos diez minutos tumbado, llaman a mi móvil, por motivos de trabajo suelo tenerlo cerca por si hay alguna emergencia, al descolgar era mi sobrina Vanessa.
• Hola Tío
• Que pasa Vane
• Te importa que vaya a tu casa, porque me he peleado con mi madre y no quiero estar en casa para seguir discutiendo.
• Vale, vente cuando quieras.
Mi sobrina vive cerca de aquí, por lo cual, Salí de la bañera y puse el albornoz, justo cuando suena la puerta.
Abro y era mi sobrina, ella tiene 19 años y como cualquier chica de su edad, no se llevan bien con los padres.
• Pasa, pensé que ibas a tardar algo mas, estaba en la ducha.
• Es que te he llamado en el portal de tu casa.
La pregunte que porque había discutido con su madre, y ella me conto la historia, que no viene al caso.
• Vete al salón que me voy a poner algo.
Llame a su madre para contarle que no se preocupara que estaba en mi casa, recibiendo la versión de su discusión.
Después de un rato y de haberme puesto un chándal, Salí al salón donde estaba ella. Estaba algo alterada por los nervios de la discusión, para intentar calmarla la pregunte si quería tomar algo, si, una coca cola, me dijo, se la traje.
Estuvimos hablando durante mucho tiempo tomándonos algo, como ya era de noche, la dije que si quería cenar.
• Si, tío, y si no te importa me podría quedar a dormir?
• Claro.
Después de cenar, estuvimos viendo la tele y ya a media noche la dije que yo me iba a dormir que si quería quedarse viendo la tele que se quedara, ella me dijo que también se iba a la habitación.
Vanessa se fue a la habitación de invitados y yo a la mía, tengo la costumbre de dormir desnudo y para que no me viera mi sobrina cerré la puerta de mi habitación.
Ya estando acostado, llaman a la puerta de mi habitación, tío puedo pasar? Me pregunto.
Me tape con la sabana y la hice pasar
Ya se había cambiado y llevaba puesto una camiseta larga y unas bragas de color blanco.
No me había fijado antes, pero Vanessa, tenía un cuerpo precioso, piel blanca.
Que pasa.
• Es que no puedo dormir, puedo estar un rato contigo?
• Es que no estoy para visitas, la dije
• Y eso?
• Porque suelo dormir desnudo y no te esperaba en la habitación
• No te preocupes me siento encima de la cama
Se sentó encima de la cama, el espectáculo que me estaba dando era bastante morboso, al sentarse podría ver sus bragas blancas de encaje que se apreciaba su raja, esta visión me puso a cien y mi pene cobro vida.
Para que no se notase mi erección, me incorpore en la cama doblando las rodillas para disimular.
Continuamos la conversación sobre la discusión con su madre, estuvimos así bastante tiempo, ya mi pene se encontraba en reposo, por lo cual estire las piernas porque estaba cansado en esta posición. Al cabo de un rato ella se echo a llorar, me acerque y la abrace, con este abrazo note como sus pechos chocaron con los míos, y mi pene me traiciono, empezó otra vez a cobrar vida, yo intentaba que no lo hiciese, pero tenía vida propia, cuando se apartó con el brazo la rozo por encima de la sabana, ella al notarlo miro al bulto. Luego ella me miro y tuvo que notar como subía los colores por mi cara.
• Joder tío, y eso?
• Perdona Vane, vaya situación más incomoda
• No pasa nada.
Estuvimos un tiempo sin hablar, solo mirándonos cuando ella me dijo.
• Puedo pedirte un favor
• Dime
• Siempre he tenido una curiosidad y quisiera que tú me sacases de dudas
• Que curiosidad?
• Nunca le he visto el pene a un hombre de tu edad, podrías enseñármela?
• Claro que no, la dije tajante, eso no está bien, además tu eres mi sobrina
• Lo sé, tío, pero me gustaría ver el pene a un hombre mayor y que mejor que tu.
Estuvimos discutiendo sobre esta cuestión, y aunque tenía reparo para enseñársela a mi sobrina, también me excitaba esta situación, al final, como ella era muy insistente, accedí.
Aparte la sabana para que viera mi pene, ella bajo los ojos hacia ella, estuvo un rato mirándola y después me miro.
• Tío, tienes una buena polla
• gracias
La cogió con sus manos y empezó a jugar con mi pene, este cada vez se ponía más duro, se puso a cuatro patas dándome su culo y ella se metió mi polla en su boca, ella jugaba con su lengua en mi polla, mientras yo veía sus culo tapado con sus bragas, alargue mi manos y empezó a sobarlo, acariciando su raja.
Vanessa seguía haciéndome una mamada de impresión, metiéndose mis huevos en su boca y lamiendo mi tronco y capullo. En eso la baje las bragas teniendo antes mis ojos el culo y chocho de mi sobrina, no tenía nada de pelos, la hice ponerse encima de mí para poder comerle su vagina, la recorría con mi lengua todo lo que tenía a mi alcance, viendo que ella se humedecía. Cuando se canso de mamármela, se levanto se giro y se sentó encima de mi capullo, metiéndose todo mi pene dentro, aproveche para quitarle la camiseta y ver sus maravillosas tetas, calculo que tendría una talla 95, duritas, y con unos pezones pequeños, duros y mirando hacia arriba.
Mientras ella me cabalgaba yo la chupaban las tetas mientras con mis manos cogía su culo. Cada vez iba más rápido, gemía de placer y cuando estaba a punto de correrse, era tanta la excitación que yo también estaba a punto de correrme, y cuando ella empezó a llegar al clímax, ya no aguante más y empezó a correrme como un loco dentro de ella.
Cayo sobre mí, y con mi polla dentro de ella estuvimos un buen rato descansando, mi polla se aflojo y se echo a mi lado pero sin dejar de abrazarme.
• Lo siento vane, me he corrido dentro de ti
• No te preocupes tío, tomo la píldora
• Esto me dejo más tranquilo.
La estaba observando y no podía creer que me había follado a mi sobrina, esta visión de ver a mi sobrina tumbada a mi lado abrazándome y desnuda hizo que mi polla volviese a resucitar.
Tenía ganas de volver a follarla pero esta vez por detrás. La pregunte si alguna vez había hecho un anal y ella me dijo que no. La volví a preguntar que si quería que lo hiciésemos por detrás y ella me dijo que si lo hacía muy despacio que no la importaba.
Me levante y me fui al baño donde tengo un aceite corporal, regrese e hice que se pusiera a 4 patas, ella lo hizo, que maravilla ver ese culito, blanco, se lo acaricia y con mis dedos acariciaba su raja y la entrada de su ano, unte aceite a mi mano y acerque mi dedo para metérselo en el culo, fui muy despacio, Vane, apretaba el culo y la dije que se relajara, y fui metiendo el dedo poco a poco, después metí otro dedo para poder dilatárselo, ella se quejo, y pare, la dije tranquila, y continué metiendo los dedos, y poco a poco la fui follando con mis dedos el culo.
Cuando parecía que ya estaba algo dilatado, se lo saque muy despacio, unte de aceite mi pene y arrime mi polla a su raja, que la fui acariciando para que se vaya acostumbrando, me pare justo delante de su agujero negro y empecé a empujar, ella grito un poco, la cogí de la cintura para que no se fuese hacia adelante, y fui muy despacio metiéndosela.
• Me duele tío, para.
Pare, y la dije que tranquila que ya está casi metida, seguí, hasta llegar al fondo y pare para que se vaya acostumbrando su culo a tener mi polla dentro.
Ella respiraba muy rápido y apretaba su culo, eso me excitaba mas y mas dura estaba, empecé a follarla muy despacio, ella de vez en cuando pegaba unos gritos. La sujete bien a su cintura y fui acelerando el ritmo, mis huevos en cada embestida chocaban con su chocho que esta encharcados.
Cuando llevaba un buen rato fallándola solté mi leche caliente dentro de ella, pare, y estuve un rato con mi polla dentro de ella hasta que se aflojo, sacándola.
La tumbe boca arriba y vi que estaba bien encharcada, la abrí las piernas y empecé a comerle el coño hasta que se corrió.
Estábamos los dos extasiados, nos tumbamos sobre la cama y ella me abrazo, quedándose dormida con su cabeza en mi pecho, al final nos quedamos dormidos los dos.
Pasados unas horas que yo estaba bien dormido, note que alguien me estaba tocando la polla, abrí los ojos y vi a Vane que me la estaba comiendo, era increíble como lo hacía, la deje hacer, hasta que no pude mas y me corrí dentro de su boca, ella se lo trago todo y después con su lengua lamia el tronco dejándomela bien limpia.
• Esto es un regalo tío, por ser tan bueno conmigo y escucharme cuando lo necesito.
• No te preocupes, la conteste.
Ella se fue al baño a ducharse, yo fui detrás de ella y la estuve observando como se duchaba, cuando termino de ducharse, la di una toalla y entre yo a ducharme.
Luego fuimos a la cocina a desayunar, y la pregunte que tal estaba, contestándome bien mejor que nunca.
• Esto ha sido una locura, la dije, nadie tiene que saber nada de esto.
• No te preocupes, nadie sabrá nada, será nuestro secreto, pero algún día tendríamos que repetir.
• Claro, la dije