Como su propio nombre indica, este blog esta dedicado exclusivamente al sexo.
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jueves, 15 de noviembre de 2012
domingo, 4 de noviembre de 2012
Paja en el coche
Como casi todos los fines de
semana, los viernes cojo el coche y me voy a la casa de campo que tengo a unos
100 km de donde vivo.
En esa zona hay muchos casas y la
mayoría son segundas viviendas por lo cual los fines de semana somos muchos de
los que vivimos .
Conozco a la mayoría de los
vecinos y alguna veces por circunstancias quedamos algunos para ir al campo,
unos porque no tienen coche, otros porque no pueden coger el transporte por la
hora, etc.
Pues hace un par de semanas, el
jueves anterior a irme, me llamo Laura, es una mujer de 40 años
aproximadamente, alta, buen cuerpo, que muchas jovencitas envidiarían, calculo
que tendrá una talla 100 de pecho, pelo corto y negro.
Laura me pregunto que si iba al día
siguiente al pueblo, la dije que si, y me pregunto que si podía llevarla ya que
se le rompió el coche y está en el taller. La dije que no hay ningún problema,
quedamos cerca de su casa sobre las 6 de la tarde.
Ya, al día siguiente, por la
tarde, cogí el coche y fui a la hora acordada al lugar donde me estaba
esperando Laura, cuando llegue, allí esta ella esperándome, llevaba un pantalón
muy ajustado, se la marcaba ese culo duro y redondo que tiene, una camiseta
ancha, sonde se le apreciaba sus tetas,
Pare, metió una bolsa de mano en
el asiento de atrás y se monto, me dio dos besos de saludo
-
Gracias por llevarme, me dijo
-
Tranquila, no pasa nada.
Continuamos el camino dirección
al pueblo.
Por el camino estuvimos
hablando del trabajo, de la casa del
pueblo, y cosas sin importancia.de vez en cuando la miraba de reojo, sus
piernas y sus tetas. Esta visión me ponía cachondo, y mi pene empezó a ponerse
duro dentro del pantalón, con las consiguientes molestias.
Con la calentura que tenia, la
dije a Laura que estaba muy guapa, ella se sonrojó, tú crees? Me pregunto, y la
dije que sí, que estaba muy sexy.
Ella miro hacia la entrepierna
viendo mi bulto, note su mirada en mi bulto que me excito aun mas, diciéndola,
ya has visto como me he puesto de lo sexy que estas.
Ya veo me dijo ella.
Cuando faltaban unos 15 km para
llegar a nuestro pueblo, tome la salida para ir a esa dirección, ella me dijo
que parara un momento en el primer camino fuera de la carretera, y eso hice.
Al parar la pregunte, que la
pasaba, ella me dijo que a ella nada pero que a mí, no podría llegar así al
pueblo con esa calentura
-
Y que quieres que haga si estas muy sexy
Ella me miro y me dijo que tenía
que descargarme.
Como quieres que me descargue, la única forma que se me
ocurre es pajearme antes de llegar, pero tú ya me dirás como lo hago si tu estas
aquí
-
Te da vergüenza hacerlo delante de mí?
-
Si – la dije
-
Podemos hacer dos cosas – dijo – me salgo fuera
del coche o la sacas y te pajeo yo.
No sabía que contestar, y la dije
que me gustaría que lo hiciera ella
-
Vale – me dijo – pero con una condición, que
solo te pajeo pero no te la mamo, no quiero que mi marido me huela a polla
Nos quedamos callado un minuto
cuando ella me dijo - a que esperas,
sácatela.
Eche el asiento para atrás, me
desabroche el pantalón, me baje la cremallera y saque mi polla que estaba
pidiendo a gritos que la sacara.
Ella miro mi polla y me dijo
- si necesitas descargar.
Me agarro la polla con una mano,
y empezó a pajearme muy despacio, acerco su cabeza a la polla y escupió sobre
ella, y continuo pajeandome con más fuerza.
Mientras lo hacía yo lleve la
mano a sus tetas para tocárselas, no sabía si se iba a dejar o no, pero cuando empezó
a tocárselas ella no me dijo nada, así que continué sobando la las tetas, las
tenia duras, sus pezones los tenia tiesos, quise llegar a algo más, la levante
la camiseta, pero no dijo nada, incluso paro de pajearme, se quito la camiseta
y el sujetador, dejándome ver sus tetas, blancas, redondas y unos pezones
pequeños y muy negros. Continué sobándola las tetas, mientras ella continuo
pajeandome.
Al cabo de unos minutos, mi polla
se empezó a poner muy dura, a notarse las venas y el capullo a ponerse muy
brillante y morado. Ella continuaba pajenadome y de vez en cuando lo escupía, ensalivándolo.
Después de un tiempo, cuando ya
estaba a punto de correrme, ella acelero la marcha y entre espasmos y placer, empezó
a escupir por el capullo, Laura cuando veía que ya salía poca leche, disminuyó
la marcha y me estuvo ordeñando muy despacio para que saliese hasta la última
gota.
Cuando paro, soltó mi pene, abrió
su bolso y saco una toallitas de papel jabonosas, se limpio la mano que tenia
llena de mi semen y me ofreció otra para que me limpiase.
Me puse los pantalones, me
incorpore en el asiento, y continuamos la marcha hacia el pueblo, por el
camino, no dijimos nada hasta que ya llegamos casi a la puerta de su casa.
-
He has enfadado – la dije
-
No, para nada, lo único que no tienes que decir
nada de lo que ha pasado
-
No te preocupes – la dije –
Se bajo del coche, entro en su
casa y yo me fui a la mía, cuando llegue, recordé lo que había pasado y me tuve
que masturbar otra vez
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