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jueves, 25 de febrero de 2010

Masaje


Donde vivo, es un conjunto de casas en cooperativa, que además de estas casas, tenemos unos locales para el uso y disfrute de los vecinos.
En uno de estos locales hay un bar y en el interior unas salas que usamos para reuniones de vecinos o lo que se quiera.
Hace un par de semanas, se realizo una de estas reuniones de vecinos, al terminar, me fui a la barra del bar a tomarme algo, se me acerco Julia, una de las vecinas, y nos pusimos a comentar el asunto de la reunión.
Después de un tiempo, términos esa conversación y seguimos hablando de otros temas.
Describiré a Julia, debe tener aproximadamente 55 o 56 años, delgada, rubia de media melena, usa gafas, y no muy alta.
Como he dicho seguimos hablando de otros temas mientras tomábamos algo, en un momento de la conversación, la dije que tenía que llamar a algún masajista para darme unos masajes ya que debía tener contracturas. Ella me dijo que hacía tiempo era masajista, que hacía tiempo que no los daba pero que tenía en su casa una camilla y me podría dar un masaje.
La dije que no quería molestar, y ella insistió, así volvía a darlos para que no se le olvidase.
Como insistía tanto yo acepte, y la pregunte que cuando podría dármelos, ella me dijo que ahora si quería, la dije que no me había duchado y olería a sudor, julia me dijo que no pasaba nada, que me duchara en su casa y después el masaje, acepte.
Pagamos la consumición, salimos del bar en dirección a su casa. Ya dentro me llevo a un cuarto donde había una camilla, me dijo, desnúdate que yo ahora vengo.
Yo me quite la parte de arriba, dejándome el pantalón puesto, cuando entro, llevaba puesto una bata blanca con los botones abrochado por delante,
Que haces aun vestido? Me pregunto
Para el masaje, la dije
Quítate todo, pantalón, calzones, que no me vas a asustar de lo que vea, ya estoy acostumbrada, voy a por una toalla y entras al baño y te duchas.
Julia salió del cuarto y yo me quite toda la ropa, como me dijo, quedándome totalmente desnudo, esta situación era bastante morbosa, mi vecina me vería desnudo.
Al rato Julia, entro al cuarto con una toalla en la mano, cogí la toalla y me la puse delante para que no me viera mis vergüenzas, Salí hacia el baño, y me duche.
Cuando termine de ducharme, me seque con la toalla y me la puse como falda y Salí hacia el cuarto
Ella estaba esperándome, túmbate, pero quítate la toalla, dijo, o eres vergonzoso?
No, la dije. Me quite la toalla y me tumbe boca abajo.
Empezó por la espalda con un masaje flojito y cada vez iba apretando mas, cuando llego a los hombros, apretaba más que me hacía daño. Te duele? Me pregunto, la dije que si, y ella me dijo que tenía muchas contracturas y que me lo iba a solucionar.
Después de un buen rato, termino con la espada y empezó con el pie derecho, muy suave, subiendo por la pierna hasta llegar a mi culo y volvía a bajar, en varias ocasiones subía la mano por el interior del muslo, llegando a rozar mis testículos, esto me excitaba.
Cuando termino con la pierna derecha hizo lo mismo con la izquierda, y como anteriormente volvía a rozar mis testículos, me pene empezó a enderezarse, estando casi incomodo ya que lo tenía aplastado.
Terminado las piernas, empezó a masajearme el culo, era impresionante como lo hacia, lo amasaba, acariciaba, llegando a meter su mano por mi raja, llegando hasta los testículos.
Cuando termino, me dijo, date la vuelta.
No puedo la conteste, y ella me pregunto porque.
Estoy en una situación un poco incomoda, y ella me dijo que no me preocupara que era normal y que me diera la vuelta.
Así lo hice, me quede boca arriba con todo el pene erecto
Ella lo miro y sonrió, se puso detrás de mi cabeza y empezó a masajearme la cara, luego bajo a mi pecho echando un poco encima, notando como sus tetas se apoyaban en mi cara.
Mo pene vibraba de la excitación, luego se puso a mi lado y seguía masajeando mi pecho, de refilón vi como se le abría su bata y pude ver sus tetas entre la bata.
Siguió masajeando pasando a mis piernas, y pensar que tenía una mujer madura tocándome las piernas y viéndome mi aparato, más dura se ponía mi polla
Al rato, me miro y me dijo, esto no puede quedarse así
Y se unto mas aceite en la mano, cogiendo mi pene suavemente y empezó a masturbarme, lo hacía con delicadeza, de abajo a arriba, jugaba con mi capullo y bajaba tocándome los huevos y por debajo, poco a poco fue subiendo de velocidad, hasta que un chorro de lecha salió disparado, y sin soltar mi pene seguía masajeándolo muy despacio, cuando se aflojo, la soltó y la limpio.
Quédate un ratito tumbado, al cabo de un rato me levante me fui a la ducha y me lave, Salí del baño y me vestí.

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