Una falsa prostituta logra darse de alta en la Seguridad Social

GERONA. Se llama Gloria Poyatos y es abogada laboralista y responsable del gabinete jurídico de Comisiones Obreras en Gerona. Pero esta joven letrada gerundense dejó de un lado la toga y los códigos para presentarse a las oficinas de la Seguridad Social e identificarse como una profesional del sexo por dinero. No sufrió ningún cambio brusco de vocación sino que, según cuenta, tan sólo se trataba de un experimento jurídico «para demostrar que es posible ejercer el oficio más antiguo del mundo bajo el amparo de todas las garantías fiscales y legales».
Una tesis a presentar en la Universidad de Gerona llevó a la abogada a buscar alguna temática original. Quizá porque las carreteras gerundenses están infestadas de chicas que se exhiben prácticamente en cueros y que ofrecen un desahogo por un puñado de billetes, la abogada pensó en la prostitución como eje de su estudio. Ni corta ni perezosa, y podríamos añadir que para nada vergonzosa, la letrada se presentó ante las dependencias de la Tesorería de la Seguridad Social dispuesta a tramitar el alta como trabajadora autónoma. Gloria Poyatos, que para más inri mostraba un notorio embarazo de seis meses, apunta que no dudó en decirle a la funcionaria de turno que ella ejercía de profesional de la prostitución por cuenta propia y que, por lo tanto, quería darse de alta y cotizar como todo hijo de vecino. La letrada refiere que estaba convencida de que la funcionaria le negaría la tramitación del alta por lo que se guardaba en la manga la posibilidad de recurrir judicialmente la más que previsible denegación. Pero el caso fue que la administrativa prefirió no mojarse y pidió auxilio a su superior jerárquica. Tampoco ésta tenía muy claro qué hacer, así que finalmente mandó inscribir a la supuesta meretriz en la categoría que corresponde a «actividades diversas de servicios personales».
Con este experimento jurídico, la abogada busca convencer a las trabajadoras del sexo de la conveniencia que se independicen de chulos y proxenetas y se den de alta ya que, dice, así ganarían en seguridad, independencia económica y cobertura sanitaria y social. Un punto débil que podría plantear el asunto es si algún cliente pide recibo por el servicio. Pero este es otro asunto que bien podría merecer otra tesis universitaria.